Cuidados de la piel senil y cómo evitar escaras y úlceras por presión

El envejecimiento es un proceso biológico que consiste en un deterioro progresivo del organismo en individuos aparentemente sanos, y comporta una serie de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia del paso del tiempo.

El envejecimiento es un proceso biológico que consiste en un deterioro progresivo del organismo en individuos aparentemente sanos, y comporta una serie de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia del paso del tiempo. Como sucede en otros territorios del organismo, el envejecimiento da lugar a una serie de cambios en la estructura de la piel y altera sus funciones. La piel es la cubierta externa del cuerpo humano y a su vez el órgano más extenso, con 1,6 m2 de superficie. Además, presenta un peso aproximado de 4 kg, lo que constituye en torno a un 6% del peso corporal. Sus principales funciones son las siguientes: Barrera frente a los factores externos (patógenos, radiación ultravioleta [UV], agentes químicos...). Regulación de la temperatura corporal. Síntesis de vitamina D. Percepción de estímulos (contacto, presión, dolor) y transmisión de información sensorial. Excreción de agua y sales minerales por medio del sudor. Secreción de grasa por las glándulas sebáceas.

Como sucede en otras zonas del organismo humano, el envejecimiento da lugar a una serie de cambios en la estructura de la piel y altera sus funciones.

La piel es la cubierta externa del cuerpo humano y a su vez el órgano más extenso, con 1,6 m2 de superficie. Además, presenta un peso aproximado de 4 kg, lo que constituye en torno a un 6% del peso corporal. Sus principales funciones son las siguientes:

Barrera frente a los factores externos (patógenos, radiación ultravioleta [UV], agentes químicos…).
Regulación de la temperatura corporal.
Síntesis de vitamina D.
Percepción de estímulos (contacto, presión, dolor) y transmisión de información sensorial.
Excreción de agua y sales minerales por medio del sudor. Secreción de grasa por las glándulas sebáceas.

Cuidados corporales generales
Higiene corporal
La higiene en las personas mayores resulta imprescindible para mantener una correcta integridad cutánea. Es recomendable realizar el aseo en la ducha, ya que es más accesible que la bañera y permite la colocación de ayudas (banquetas y sillas técnicas). Deben evitarse los aceites corporales de limpieza por el riesgo de caídas y resbalones que pueden generar. Las duchas han de ser diarias, cortas y realizarse con agua templada (37-40 ºC), empleando jabones con pH ácido 5,5 tipo syndet, sin utilizar esponjas y limpiando con especial cuidado los pliegues corporales, pies, axilas y zonas íntimas.

En las personas encamadas la higiene diaria puede realizarse en la cama, y en mayores que presentan pieles extremadamente secas (xerosis) y poca actividad física puede reducirse la frecuencia del aseo corporal a 3-4 veces por semana.

En el caso de ancianos que utilizan audífonos, es preciso retirarlos para realizar una correcta limpieza de orificios y del conducto auditivo externo, ya que las personas mayores son más propensas a la acumulación de cerumen y a la posterior producción de tapones.

Debe prestarse especial atención a los usuarios de absorbentes de incontinencia. Los cambios de pañal han de ser frecuentes, porque es importante mantener la piel limpia y seca e inspeccionar visualmente ingles, nalgas y zona sacra. El cuidador debe lavarse las manos antes y después de cada cambio de pañal, siendo recomendable el uso de guantes para evitar transmitir infecciones al paciente y a su vez proteger las manos del cuidador de las excreciones corporales. La limpieza ha de realizarse con toallitas húmedas desechables o gasas empapadas en agua jabonosa. Una vez que la zona perineal y la piel de las nalgas estén limpias, secas y libres de humedad, es recomendable aplicar una capa fina de crema barrera o pasta al agua con óxido de zinc antes de proceder a la colocación de un nuevo absorbente de incontinencia, para prevenir la dermatitis del pañal.

En la higiene genital de las mujeres de edad avanzada se recomienda emplear un gel íntimo específico con un pH 7,0 o superior, ya que una alteración del pH puede favorecer la aparición de candidiasis vaginal. Es importante realizar la limpieza en la dirección de los genitales a la región anal y nunca a la inversa.

Hidratación corporal
La hidratación facial y corporal es imprescindible para garantizar el mantenimiento de la integridad cutánea. Después de la higiene diaria, deben emplearse cremas corporales con sustancias hidratantes (como urea, ceramidas, ácido láctico, ácido hialurónico, alantoína…) para evitar la deshidratación cutánea.

Higiene capilar
La frecuencia en el aseo del pelo depende del tipo de cabello (seco o graso). En general, en personas mayores se recomienda realizar un lavado de pelo semanal y aumentar la frecuencia en casos en los que exista mayor producción de grasa. Es importante realizar el lavado con un champú adecuado al tipo de cabello, y aclararlo con abundante agua.

En los ancianos que están encamados, la higiene, el secado y el peinado del cabello suelen realizarse en la misma cama. Para ello, se dispone de dispositivos específicos, como lavacabezas para personas encamadas. Cuando se utilizan, se recomienda colocar una toalla sobre los hombros, y puede ser necesario emplear también una funda de plástico para evitar que la cama se moje.

Cuidado de pies y uñas
Los pies son el soporte principal de todo el peso y estructura corporal, e influyen de forma determinante en la movilidad, autonomía y calidad de vida del anciano. Con el paso de los años, sufren deformaciones y alteraciones tanto en el arco y en los puntos de apoyo de la planta (pie plano, cavo y valgo) como en los dedos (hallux valgus o juanete y dedos martillo). Además, los pies soportan constantes estímulos por presión y están expuestos a continuas agresiones y/o rozamientos. Conforme aumenta la edad, son más propensos a desarrollar hiperqueratosis (callos y durezas).

Es fundamental una adecuada higiene (que comienza con un lavado con agua tibia o fría y un jabón con pH fisiológico), un buen secado (prestando especial atención a los pliegues interdigitales), y la posterior aplicación de una crema emoliente o aceite de almendras dulces en toda la superficie del pie.

Las uñas deben cortarse rectas. Si son estriadas, frágiles y/o están afectadas por hongos será preciso recomendar al paciente acudir al podólogo y considerar un posible tratamiento farmacológico. El tratamiento de referencia en micosis ungueal (manos, pies) es el barniz de ciclopirox al 8% o amorolfina al 5%.

Cuidado bucal
La edad elevada se caracteriza por una disminución generalizada de la ingesta de alimentos debida a varios fenómenos:

Pérdida de piezas dentarias (principalmente por la presencia de caries, enfermedades periodontales e infecciones) y desgaste de las restantes.
Atrofia de las glándulas salivales, con la consiguiente disminución de la secreción salival, lo que compromete la masticación, la deglución y la preparación del bolo alimenticio. La atrofia de estas glándulas también contribuye al debilitamiento y queratinización de la mucosa bucal.
Existe una correlación directa entre la salud bucodental y la calidad de vida de las personas mayores.