No al tabaco y al alcohol son unos de los mayores enemigos de la piel

No al tabaco y al alcohol

No es nada nuevo, pues son unos de los mayores enemigos de la piel. La nicotina provoca la contracción de los vasos sanguíneos, disminuyendo el flujo de sangre y provocando la acumulación de sustancias nocivas. Asimismo, altera diferentes proteínas de los queratinocitos, que contribuyen al correcto mantenimiento de la barrera cutánea, y acelera el estrés oxidativo de las células.

“Un estudio reflejó que había una reducción significativa de la hidratación cutánea en mujeres que fumaban entre 11 y 20 cigarrillos al día. Se ha comprobado que las cremas con vitamina E podrían retrasar o prevenir los daños que causa la exposición crónica al humo del tabaco”, explica el dermatólogo.

El consumo de alcohol reduce los niveles de oxígeno de nuestra sangre y la producción de colágeno, además de los niveles de vitamina A. Por ello, al igual que el tabaco, contribuye al envejecimiento prematuro de la piel.

El alcohol y el tabaco contribuyen al envejecimiento prematuro de la piel.