Los reguladores estadounidenses autorizaron a la farmacéutica Sanofi, y a su socio en Estados Unidos Regeneron, a comercializar un medicamento para tratar condiciones inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide.
La autorización de la Administración de Alimentos y Medicinas no fue efectuada antes debido a “deficiencias” detectadas por el organismo durante la inspección de las instalaciones de producción de Sanofi en Normandía, Francia.
El medicamento sarilumab, que será vendido bajo la marca Kevzara, podría generar unos 1.800 millones de ventas para 2020 según los mismo creadores.